Texto: José Antonio Rodríguez Esteban
Boletín 81 – Sociedad Geográfica Española
Geografía y cine
Desde las primeras fotografías tomadas desde el espacio, los cambios producidos en los deltas de los ríos han atraído la atención de los astronautas. Las misiones de fotografía espacial iniciadas con la estación espacial Skylab en 1973 prepararon a los astronautas para documentar estos cambios. En 1986 Comité de Ciencias del Sistema Terrestre de la NASA diseñó un Programa para el Cambio Global mediante las imágenes tomadas por sus satélites. La ESA se unió a esta labor a partir de 1991 utilizado sus primeros satélites radar ERS 1 y 2, su gigante Envisat (2002-2012), y a partir de 2014 desde los satélites Sentinel del programa Copernicus. En estas imágenes podemos observar el bosque de manglares de los Sundarbans, en el delta de Ganges- Brahmaputra, y conocer los desafíos a los que se enfrenta Bangladesh.
LA TIERRA VISTA DESDE EL ESPACIO: LOS SUNDARBANS, LOS MANGLARES DEL DELTA GANGES-BRAHMAPUTRA EN BANGLADÉS
La imagen nos muestra la parte oriental de los Sundarbans en Bangladés. Sin la precisión de escala y sin haber observado antes la zona no parece decirnos mucho, pero en ella se muestran 120 km a lo largo de la zona de los bosques de manglares más importante del planeta (2600 km²) en el mayor de sus deltas (105 000 km² con más de 100 millones de habitantes). Como podemos observar en el mapa más abajo, se sitúa en la bahía de Bengala, en la que confluyen dos de los ríos que más población sustentan en la Tierra: el Ganges y el Brahmaputra (a los que se une el Meghna en la desembocadura). En la imagen se diferencia claramente en la parte izquierda (de color verde intenso en el original), cubierta por manglares y los bosques húmedos del Parque Nacional Sundarbans, y (en colores más claros y brillantes) las zonas roturadas para la agricultura, densamente pobladas.
El Parque se estableció en 1984 y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El nombre de Sundarbans se debe al predominio del árbol Sundri (Heritiera fomes) tolerante a la sal, que se adapta con gran facilidad en condiciones costeras difíciles. Los manglares se encuentran entre los ecosistemas biológicos más importantes y los Sundarbans poseen además una gran diversidad floral y faunística, siendo una importante reserva de carbono. Desempeñan un papel crucial durante las tormentas e inundaciones protegiendo los hábitats, singularmente las poblaciones de peces, de los impactos graves. Es una región central para la preservación del Tigre de Bengala (Panthera tigris tigris), del delfín “ciego” del Ganges (Platanista gangética) y del Irawadi (Orcaella brevirostris), los cocodrilos estuarinos (Crocodylus porosus) y el terrapino endémico (Baka de Batagur).
Las fuerzas erosivas del mar y el viento a lo largo de la costa modifican continuamente sus formas, a lo que también contribuyen las enormes cantidades de limo y sedimentos que el Ganges-Brahmaputra va depositando en los innumerables estuarios de la bahía de Bengala. Al dinamismo natural de los grandes
ríos (la actual confluencia del Ganges y del Meghna se formó hace solo 150 años), se suman ahora las acciones humanas: como los cambios introducidos con la presa Farakka (1970) en el Ganges, en la parte india de la frontera, que provoca una sedimentación excesiva que está causando problemas de diverso tipo, o la extracción masiva de arenas para la construcción de los últimos años a lo largo del río, cuyas consecuencias están aún por conocerse (Daham et al, 2024).
Es en esta región, además, donde el nivel del mar está subiendo más rápidamente como consecuencia de diversos factores concurrentes. Estando la mayoría del delta a menos de 12 m sobre el nivel del mar, diversos estudios han señalado el riesgo de que en pocas décadas quede sumergida. Según El estado del clima en Asia 2020, de la Organización Meteorológica Mundial, la extensión de los manglares en Bangladés disminuyó entre 1992 y 2019 en un 19% debido al incremento de las tormentas tropicales.
LA LLANURA DEL GANGES, LA BAHÍA DE BENGALA Y BANGLADÉS
Las aguas cálidas de la bahía de Bengala, además, son propicias para los ciclones tropicales. El ciclón Bhola de 1970 ha sido uno los más mortíferos jamás registrados: 500 000 personas perdieron la vida como consecuencia de la marejada ciclónica que inundó gran parte de las tierras bajas del delta. Fue el detonante que propició, un año después, la independencia de Pakistán y la creación del estado de Bangladés. Más recientemente, en 2023, el ciclón Mocha destruyó numerosos campamentos y obligó a evacuar a 500 000 personas del campo de refugiados de Kutupalong, en la costa oriental de Cox’s Bazar, el más grande el mundo con 800 000 refugiados, en su gran mayoría Rohinyás. En el mapa de más arriba podemos ver la confluencia de los dos grandes ríos mencionados. El Ganges (que pasa a denominarse Padma al cruzar la frontera entre la India y Bangladés: nombre en sánscrito de la sagrada flor de loto), tiene su origen en el Tibet, muy cerca del sagrado, para budistas e hindúes, monte Kailãsh. Lo mismo sucede el Brahmaputra, que discurre por su parte norte, de oeste a este, hasta el quiebro que le introduce Assam y el norte de Bangladés (el Kailãsh es también origen del Indo, y con sus 6638 m, es el único monte importante en todo el mundo que no tiene ningún intento conocido de ascensión).
La llanura del Ganges prolongada hacia el oeste por la del Indo, posee una de las mayores concentraciones de población del planeta. Aunque ríos que fluyen del Himalaya aportan abundante agua, canalizada en multitud de obras para el riego, son sobre todo los monzones los que proporcionan agua para la agricultura. Desde el espacio se captan periódicamente las nieblas que recorren toda la llanura: vivir en la extensa llanura indo-gangética, donde la contaminación del aire aumentó un 72% de 1998 a 2016, implica vivir siete años menos que en otras partes del continente (EPIC, 2019).
Con sus 173 millones de habitantes (2023) y una superficie de 150 000 km2, Bangladés es el país con mayor densidad de población (1269 h/km2). En estos contextos de transformación y cambio constantes, los organismos internacionales y las ONG denuncian situaciones de decenas de miles de casos anuales de trata de seres humanos en las fronteras, de trabajo infantil y de corrupción generalizada (Vives y Ory Murga, 2022).
Bangladés ha sido señalado durante muchos años como la zona cero del cambio climático. Kimberly G. Rogers, investigadora de sistemas humano-naturales, ha estudiado y señalado que el fomento de las narrativas distópicas no hace más que empeorar la situación, condenando a sus habitantes, acostumbrados a vivir las inundaciones y con una gran resistencia y conocimiento en la conformación de los paisajes. Sus estudios han cuantificado que, si no hubiese intervención en la recarga de sedimentos con presas, desviaciones e interrupciones, los propios sedimentos compensarían la subida del nivel del mar. Los colosales problemas de Bangladesh llevaron a los estudiantes en 2024, tras manifestaciones mortales que derrocaron al gobierno autocrático de Bangladesh, a invitar al Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, creador del microcrédito y director Grameen Bank, a dirigir la nación. Todo está por hacer.
* José Antonio Rodríguez Esteban, Dpto. de Geografía, Copernicus Academy, Universidad Autónoma de Madrid.